20 de noviembre de 2014

Cantera de corruptos


“En 25 años no ha habido ni un caso de corrupción en este Ayuntamiento”. El vicealcalde Alfonso Grau hacía estas lapidarias afirmaciones el pasado 26 de septiembre en el Pleno Muncipal del Ayuntamiento de València. Todo para rechazar desdeñoso una moción de Joan Ribó, portavoz de Compromís, para establecer un Plan de Actuación para prevenir la corrupción. El vicealcalde se las prometía felices: “ya realizamos tareas de control de la corrupción, es una iniciativa innecesaria y además ilegal”. Sí, claro, ya realizan tareas de control... Solo hay que ver la ristra de personas que han hecho sus pinitos en el Ayuntamiento de València, y que ahora son objeto de investigación y procesamiento por delitos de corrupción, para saber el alcance de las tareas de control que realizaban Rita Barberá y su camarilla.

José Luis Olivas, Juan Cotino, Francisco Camps, Alfonso Grau, Enrique Pérez Boada, Silvestre Senent, Jorge Bellver, Vicent Igual, Esteban Cuesta, Juan Carlos Gimeno... Todos han pasado por el hemiciclo del consistorio y algunos todavía siguen a las órdenes de Rita Barberá. Cobijados por la alcaldesa aprendieron el oficio, afinaron su técnica, perfeccionaron las habilidades y tejieron las complicidades y redes clientelares que les han llevado a saltar a las crónicas que describen tráficos de influencia, contratos a dedo, prevaricaciones, imputaciones por delitos de estafa y corruptelas de diferente naturaleza.