18 de junio de 2008

FORTALEZA EUROPA....

Europa está entrando en una peligrosa espiral. Las andanadas de miedo al diferente, los pretextos securitarios, las pocos ocultas intenciones de limitar los derechos de los inmigrantes - para así poder disponer de una fuerza de trabajo cada vez más débil y más manejable - están convirtiendo a Europa en un lugar inhóspito. Donde se persigue con método y saña al diferente, donde se multiplican las prisiones y los centros de detención, donde se alarga el periodo de detención sin asistencia legal hasta 6 meses, donde el lugar de nacimiento y el color de la piel son motivos de sospecha.

Un fantasma recorre Europa (decía aquel...), pero no tan etéreo y mucho más peligroso: tiene el rostro endurecido y unos colmillos muy afilados, su nombre evoca tragedias y sufrimientos, sus modales son violentos y expeditivos. Se llama xenofobia, racismo y exclusión. Amparado por la ley, que blinda a las "democráticas" naciones europeas contra los que ellos llaman inmigrantes ilegales - que no se entiende muy bien quienes son ni de que están hechos... -. Olvidando hipócrita y cobardemente que de las tragedias, hambrunas, violencia y muerte que padecen los seres humanos más desfavorecidos, son culpables en gran medida la naciones que llamamos occidentales. Que durante siglos y siglos han esclavizado sus gentes, han saqueados sus tierras, han robado sus riquezas, han armado sus pueblos y provocado sus guerras.

Europa se blinda, Europa persigue, Europa encarcela, Europa hecha a patadas! Qué te está sucediendo viejo continente, de qué tienes miedo? Las murallas que estás erigiendo sólo son un síntoma de decadencia, se alimentan de miedos atávicos y de nuevas maldiciones.

Tienes pies de barros...Fortress Europe...!

16 de junio de 2008

¡RODES SENSE MOTOR, PER UNA CIUTAT MILLOR!

¡Fernando, eres un fenómeno!

¿CÓMO AGUA DE MAYO?

Artículo publicado en Xarxa Urbana

El mes de mayo ha sido el más lluvioso de los últimos 137 años, con una media de más de 140 litros por metro cuadrado. Esta circunstancia excepcional, más propia de la estación otoñal, ha tenido por lo menos dos efectos muy positivos - aunque uno, y se aceptan apuestas - absolutamente temporal y contingente. El primero y más evidente, ya que ha sido como una bendición, es que de momento la sequía ha sido paliada y los pantanos han vuelto a llenarse en un nivel aceptable. El otro resultado evidente, que a mi juicio es solo temporal, ha sido que a la llamada “guerra del agua”, que el PP ha declarado de manera unilateral y bajo pretextos a decir poco dudosos, ha sucedido un frágil y tácito armisticio.

La magnitud de las lluvias caídas parece haber ahogado el griterío, pero seguro que no se tardará en acudir a las consignas demagógicas y populistas, ese recurso que en sus manos parece ser inagotable. Para defender lo que a todas luces es indefendible. Máxime cuando la gestión flaquea y el resultado del ejercicio del gobierno, presenta unas cuentas muy negativas. Los datos estadísticos del INE dan buena cuenta de ello: en el 2005, en las redes públicas de abastecimiento urbano de Valencia, se perdió el 32% del total de agua distribuida; casi el doble del conjunto del Estado, que se sitúa en el 17,9%. En términos absolutos, las pérdidas de agua fueron de 73 litros por habitante y día, el 43% del consumo medio de cada valenciano. Además, la depuración de las aguas residuales presenta unas deficiencias indignante: solo para hacer un ejemplo, la Depuradora de Pinedo sigue vertiendo al mar más de 100 hectómetros cúbicos al año. Que se podrían utilizar para regar y para todos tipos de usos (aparte, claro está, el consumo de boca).

Con esa situación, un ingenuo esperaría que se dedicaran todos los esfuerzos a individuar las pérdidas, a cambiar las partes de la red más deterioradas y a reparar las fugas. Por extraño que pueda parecer, la realidad difiere bastante de ser idílica. De hecho mientras esta situación se prolonga, el agua se sigue perdiendo por el alcantarillado y por los miles de agujeros de la red de tuberías que discurre bajo nuestros pies. Y el despilfarro de agua sigue sin que un solo decreto ayude a reducir el consumo de los recursos hídricos: las piscinas se llenan como si nada, el abuso del lavado de coche no se sanciona, el baldeo de las calles no se ha parado, nadie paga por regar jardines a cualquier hora del día. No se tienen noticias de ordenanzas municipales que regulen el uso del agua, ni de partidas presupostarias para facilitar la compra de sistemas aplicable a los grifos, que permiten reducir hasta el 50% de agua.

Capítulo a parte merece la mala calidad del agua de los hogares valencianos. Esta afirmación no debe ser sorprendente para casi nadie: los altos porcentajes de cal y el porcentaje elevado de cloro, junto con el estado de las tuberías, hace casi imposible beber esa agua. La empresa mixta de gestión EMIVASA, ha anunciado recientemente, que ha puesto en marcha una estrategia para mejorar la calidad del agua de boca. Es más que necesario, porque mientras tanto el consumo de agua embotellada se ha disparado. Creando una verdadera emergencia ecológica, por la enorme producción de plásticos, el transporte y gestión, que comporta un fuerte consumo de recursos energéticos.

Como reza el refrán, entre las palabras y los hechos, hay un trecho. Una distancia insalvable entre las consignas y los gritos, y la coherencia y las acciones. Mientras se reclamaba agua bajo el pretexto de la humillación por no recibir el mismo trato, los más activos defensores del transvase – los regantes de Villena y su jefe Andrés Martínez - se encargaban de vender el agua de sus acuíferos a una multinacional, para que la vendiera embotellada. La lluvia de momento ha conseguido que la confrontación, los lamentos y las hipocresías hayan cesado. Pero no nos hagamos ilusiones, volverán a la carga, como si no haya pasado nada y sobretodo como si fueran el ejemplo a seguir.

¡Nada más lejos de la realidad!

10 de junio de 2008

EN RECUERDO DE JOSEP VICENT MARQUÉS

Tuve el honor de conocer a Josep Vicent Marqués hace más de 5 años. En esa época la asociación Valencia Verda (integrada entre otros por Carles Arnal, Jose Merlo, Miguel Ángel Ferris), organizaba unas tertulias bajo el nombre de Ecoforums. Esa noche se hablaba de la guerra de Irak, que EEUU estaba a punto de iniciar y que el gobierno español, bajo la batuta de Aznar, iba entustiasticamente a apoyar. El Ateneo de Russafa estaba lleno hasta la bandera. La brillante intervención de Josep Vicent no dejó indiferente a nadie. Su fina ironía y sus argumentos provocatorios me dejaron marcado: del pozo de la memoria, donde había estado sepultado todos estos años, como un flash ha resurgido el recuerdo de aquella noche .

Su personalidad, inteligencia y agudeza, su compromiso con la realidad valenciana, su incansable lucha por la defensa del medio-ambiente, lo sitúan entre las figuras políticas y sociales más importantes que haya tenido nunca el País Valencià. En estos momentos de horas bajas para la izquierda valenciana, cobran fuerzas sus invocaciones a la unidad de toda la izquierda verde valencianista. Que defendió en infinidad de artículos y ensayos, como el conocido "Tots els colors del roig". Su faceta de luchador ecologista se remonta a los años '70, ya que fue entre los fundadores de Margarida, la primera organización ecologista del País Valencià, allá por el año 1976.

Un ejemplo de persona de su tiempo, comprometido con la sociedad y que no se encierra en su despacho de la facultad. Un sociologo que, con lucidez y compromiso, ha sabido analizar en profundidad el paisaje humano y social del País Valencià. En numerosas publicaciones que, como recordaba Rafa Xambó, ahora toca leer y estudiar, para que su legado siga fecundando las nuevas generaciones de sociologos y sociologas.

Y no solo a ellos y ellas.