5 de abril de 2011

Una solución consensuada para preservar el Jardín Botánico

La sentencia del Tribunal Supremo que rechaza el recurso de casación de Salvem el Botànic, ha sido un jarro de agua fría. A confirmación de la sentencia del TSJCV, que avalaba las pretensiones del promotor de construir un hotel de 11 alturas en el solar de Jesuitas de su propiedad. Un solar contiguo al Jardín Botànic, que vuelve a estar en el candelero y con un negro panorama por delante.

Nuestro candidato de Compromís al alcaldia de Valencia Joan Ribó ha hecho un llamamiento a los responsables municipales, recordando que toca a Rita Barberá buscar una solución a la empresa constructora, que se aprovecha de la tibieza y la lentitud del Ayto de Valencia en la aprobación del Plan de Protección.

Nuestra apuesta es la de una solución negociada para el solar de Jesuitas que evite en todo caso la construcción de un hotel, ni de 5 ni de 11 alturas, si no que que se recupere ese espacio para la ciudad, ampliando el Botànic. Si Barberá sigue haciendo oídos sordos, será una de las primeras propuestas que promoveremos una vez que Compromís esté en el Ayto de Valencia.

Salvem el Botànic lleva 16 años parando los pies a los intentos de urbanizar ese solar colindante con el Jardín. Lo ha estado haciendo sin contar con el apoyo de las instituciones valenciana. Ni el Ayto ni la Generalitat, ambos gobernados por el PP, han prestado ayuda y colaboración para evitar que se llegara a este punto. Tanto es así, que en palabra de Pasqual Requena, destacado miembro de la plataforma, "el único recurso de casación lo hemos tramitado desde Salvem el Botànic; mientras que las instituciones han mirado para otro lado: eso ha provocado que nuestro recurso estuviera en una situación de inferioridad que ha debilitado las posibilidades de que prosperara".

Ahora bien, todo y que la sentencia del Supremo rechaza los argumentos contra la mayor edificabilidad del solar, el Ayto. de Valencia puede subsanar la situación poniendo en marcha el Plan de Protección del Bien de Interés Cultural (BIC), que impediría la construcción. Con esa protección la situación jurídica habría cambiado radicalmente. Si embargo la lentitud y el desinterés del gobierno de Rita Barberá muestra una vez más que está pendiente de favorecer otros intereses, alejado del interés general y la defensa del patrimonio valenciano.

Avalamos y apoyamos la búsqueda de un consenso, que desemboque en un acuerdo con el promotor: no hay que ser excesivamente generosos, pero sí ofreciendo un acuerdo que sea beneficioso para todas las partes. Si se llega a un acuerdo justo, Compromís per Valencia la apoyará por el bien del Jardín Botánico. Porque no nos podemos permitir el lujo de perjudicarlo de forma grave e irreparable; además de que en una ciudad tan contaminada como Valencia, hay que racionalizar la construcción y el tránsito que eso genera. Por eso es necesario crear nuevos parques y jardines con verde abundante, que permita incrementar las zonas verdes por habitantes, tan bajas en nuestra ciudad, muy alejadas de las recomendaciones de los organismos internacionales.

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