15 de junio de 2011

El crucifico y las hostias

Hoy con toda probabilidad se vivirá la segunda parte del esperpento vivido hace ahora una semana en Les Corts Valencianes. Esta vez el papelón le tocará a Francisco Camps, que entrará como candidato en pectore, y saldrá como Presidente de la Generalitat Valenciana, mercé los votos de la bancada Popular, donde acampa literalmente una legión de (presuntos?) corruptos, nada menos que 11.

Todo y lo previsible del discurso del PP y de su Presidente, volcado en dibujar una dimensión paralela a la que vivimos a diario los comunes mortales, seguro que no dejaremos de preguntarnos si este señor es aquejado por algún tipo de disfuncionalidad cognitiva inducida o es que aplica un sadismo sin límites al cuerpo vivo del País Valencià. No nos sentimos capaces de saber a ciencia cierta si el guión campsista prevé algún numerito, pero podemos estar seguro que será difícil superar en calidad al que protagonizó Juan Cotino en el acto de juramento como nuevo Presidente de Les Corts.

A estas alturas es bien conocido el gesto nacional-católico de Cotino de plantar un crucifijo en medio de la mesa de presidencia de Les Corts, mientras se aprestaba a jurar el cargo. Juan Cotino es miembro numerario del Opus Dei, un hombre que al parecer tiene fuerte convicciones religiosas, que ha demostrado hacer valer en cadauno de sus actos como dirigente público, electo en democráticas elecciones. Por encima de la leyes constitucionales y de la aconfesionalidad del estado.

Quizás, esta vez, a Cotino el subconsciente le haya jugado una mala pasada: lo que en principio parecía un golpe de efecto destinado a forzar las frágiles costuras constitucional en las relaciones estado-iglesia, acofensionalidad del estado incluida, en realidad haya sido una velada confesión del calvario que está destinado a padecer durante los próximos años de legislatura. Ya que por más que el PP se las prometa felices, se la deberán ver con una oposición política organizada, con los númerosos jucios por corrupción y otros graves delito, con el agujero contable que se agranda por momento, y con la indignación popular que seguirá aumentando. Entonces veremos si Cotino y su tropa serán capaces de aguantar su cruz!

La otra cara de esta jornada la mostrarán los indignados del 15M que han programado una protesta frente a Les Corts coincidiendo con el acto de investidura. Una legítima y necesaria movilización para mostrar el descontento y el profundo malestar hacia el gobierno valenciano y el PP que lo sostiene, así como hacia aquellos grupo político que están haciendo oídos sordos al clamor popular de un cambio profundo en las formas de la política. Pero con una importante salvedad: es inaceptable la violencia y la coacción, hay que ser inteligentes y precavido en no caer en la provocación, cuidar el lenguaje y no atacar a los antidisturbios. Que han demostrado que tienen unas ganas locas de hacer volar las porras y ensañarse con los que protestan. Porque creemos que se busca exactamente eso, exacerbar los ánimos para luego no tener más remedio que intervenir para detener a los 'violentos'.

Esta vez nos movilizamos sin hostias!

Publicado en L'Informatiu.com

1 comentario:

Javier Llinares dijo...

Guiseppe, hay algo en el texto en lo que no estoy de acuerdo y es en la interpretación que haces de estos movimientos, cuando dices: “... para mostrar el descontento y el profundo malestar hacia el gobierno valenciano y el PP que lo sostiene, así como hacia aquellos grupo político que están haciendo oídos sordos al clamor popular de un cambio profundo en las formas de la política”

Interpretar así las cosas y las movilizaciones tiene su peligro, porque en realidad eso que dices yo no se lo he oído a nadie.

Cuando veo como se mueve a las masas a través de la red, quién esta en el origen de las consignas, intento entenderlo y no lo entiendo.

Si hay algo que tiene este ‘movimiento’ es que esta contra el sistema establecido, y no he dicho anti-sistema, ya que eso tiene connotaciones negativas.

El sistema establecido, no es un determinado partido, ni dos, ni tres, son todos los partidos con representación parlamentaría e incluso sin ella. El sistema establecido son los que votan, los que se presentan a elecciones, lo que creen que el voto es un derecho e incluso alguno se atreve a pensar que es una obligación. Todo eso es el sistema establecido.

Hay que ir con cuidado con las contradicciones, porque si caes en ellas, no te quieren ni en un lado, ni tampoco te querrán en el otro.


Los teóricos anarquistas actuales (que los siguen habiendo), están en contra de estas movilizaciones y lo están, porque piensan que están protagonizadas por descontentos, que lo que buscan es volver a la situación anterior, se trata, en eso no hay duda, de una movilización fruto de una situación de crisis económica agobiante, que no deja respirar y que busca válvula de salida. Estos teóricos, creen que los movilizados son conformistas del sistema acomodado, que cuando han perdido su situación de acomodo salen a la calle a reclamarla.

¿Qué final tienen estas movilizaciones? Cuando alguien sale a pedir la dimisión de otro, lo dice alto y claro, el final puede ser la dimisión o no. Cuando alguien reclama un cambio de una ley, la ley puede cambiar o no, pero hay un punto posible de llegada. ¿Cual es ahora el punto de llegada? ¿Qué tiene que pasar para considerar que se ha llegado al final de la movilización? ¿Qué se esta pidiendo? ¿Disolución de las cortes? ¿Disolución de los ayuntamientos y parlamentos regionales? ¿Dimisión del Presidente? ¿Salida del Rey por la Junquera?

Aquí lo que parece es que alguien lo que le reclama es al Estado, que no les deje desprotegidos. Si el Estado es incapaz de protegerme, entonces voy contra el Estado, y el Estado son los políticos (todos), la policía, el establishment, etc

Un 34% de la población no ha ido a votar en estas últimas elecciones. Muchos de estos no votantes están encantados con las movilizaciones y con el jaque al sistema. Pero muchos de ellos seguirán sin ir a votar, aunque cambie la ley electoral, aunque quemen en la hoguera a todos los políticos, porque estos si que seguirán manteniendo su coherencia.
Si se tratase de conseguir objetivos claros y concretos, entonces irían a cambiar o mejorar el sistema, si de lo que se trata es de demostrar un descontento y ya esta, pues eso ya se ha conseguido, entonces ¿por qué dura tanto?

Giuseppe, piensa en lo que te he dicho, se trata de arenas movedizas.