16 de julio de 2010

Persecución frustrada: la discrepancia, derecho constitucional

En esos términos se ha expresado el fiscal para pedir la absolución del amigo Patxi, sometido a una persecución hurdida por la Alcaldesa Barberá y ejecutada por unos diligentes policías locales.

Los antecendentes: el pasado 7 de julio la Alcaldesa y el equipo de gobierno montaron un sarao en el barrio de Patraix, la excusa la inauguración del llamado PAI de Patraix, una actuación urbanística que ha estado demorandose muchísimos años (incluso el TSJ en el año 2008 paralizó el plan por irregularidades del Ayto de Valencia en el proceso de adjudicación). Eso ha supuesto la paralización de la construcción de más de mil viviendas de protección oficial, de un colegio, de un centro cívico social con zona ajardinado y de una serie de actuaciones de mejora del barrio.
Parece que ahora vayan a empezar las obras (en año electoral, claro...) y que se pondrán en marcha los proyectos previstos y las más de 3800 viviendas que comporta el PAI. Así lo vendió la Alcaldesa Barberá, asegurando que "gracias al plan urbanístico el Ayto invertiría más de 32 millones de euros en el barrio". Esas afirmaciones fueron contestadas por una sonora pitada y por expresiones como "mentirosa y embustera" por parte de vecinos y miembros de la Asociación de Vecinos de Patraix, que denunciaban que "ese dinero lo invierten los constructores que obtienen grandes beneficios del PAI". Hubo un pequeño rifirrare verbal con la corte de palmeras y mariachis que el PP pasea por lo barrios cuando monta un tinglado de estas caractéristicas, y después las cosas se calmaron.

La cosa no fue a más, exceptuado quizás el celo un tanto agresivo de la policía local, que tiende a asumir actitudes que extralimitan su función, que en demasiadas y recurrentes ocasiones los asemeja más a un cuerpo de cuidado y defensa personal de la Alcaldesa y de sus concejales, que a una fuerza del orden que vele por el cumplimiento de la legalidad vigente. Y ahí empieza la persecución: porque al final del acto, cundo ya los vecinos se alejaban de la zona, fueron parados por los policías locales que indetificaron a cuatro de ellos como si fueran delincuentes y tomaron las generalidades al amigo Patxi. Cual fue su sorpresa cuando unos días después recibía una citación del juzgado de instrucción número 3 de Valencia: denunciado por la policía local por faltar al respeto al Alcaldesa y por eso llevado a juicio. Lamentable actuación, dirigida por la señora Barberá que de esa forma intenta amedrentar y meter miedo a las personas que discrepamos de su gestión, cada vez con más convicción y en número cresciente, para obtener un triple resultado: castigar a los osados contestadores, lanzar un mensaje a los que quieren seguir el ejemplo, de esa forma parar la ola de indignación de los ciudadanos y evitar el mal trago que supone oir las pitadas discrepantes.

El fiscal y el juez, con semblante molesto que todos los que estuvimos en el juicio pudimos ver, dieron carpetazo a la denuncia por ser manifestamente infundada y sin base legal. Además de constituir un grave intento de limitar los derechos constitucionales de los ciudadanos a la crítica política, un posible "mazazo a la libertad de expresión", según las acertadas palabras de Toni Pla, presidente de la Asociación de Vecinos de Patraix. Patxi ha pasado un mal trago, días en los cuales no ha pegado ojo, por no entender como se pueden permitir esos abusos de poder y se intenta perseguir el libre y democrático ejercicio de la libertad de expresión, para que "seamos todos borreguitos", según sus palabras. Desde aquí un fuerte abrazo de cariño y de solidaridad.

2 comentarios:

Óscar Pardo de la Salud. dijo...

Por fortuna todo ha acabado bien, con el vecino de Patraix absuelto, y la libertad de expresión en nuestra ciudad más reforzada.
La verdad es que la actitud de Pachi ha sido ejemplar, valiente y decidida, y ojala hubiese más ciudadanos con tanto compromiso por la justicia, la verdad y los derechos de los ciudadanos.
Esto ha sido una tropelía más de Rita Barberá, que aunque se disfraza de mujer afable y enrollada, le sale la vena altamente conservadora que la caracteriza.
No se puede justificar el insulto y mucho menos la violencia, pero creo que en el cargo, se lleva la carga de aguantar las críticas y los reproches de los vecinos y ciudadanos en general, eso es ser gestor público.
Un saludo, y felicidades una vez más por tu fantástico blog

Giuseppe Grezzi dijo...

Hola Oscar,

ese bochornoso episodio demuestra el nerviosismo de la Alcaldesa, que ve desvanecerse esa impunidad controlada de la cual ha gozado en todos estos años. Los valencianos estamos despertando, no vamos a consentir más atropellos y abusos de autoridad, tanta mentira y formas de gobernar engañosas y al límite de la legalidad.

Todo nuestro apoyo a Patxi, que ha salido indemne de esta situación que crea zozobra y malestar. Esperemos que ninguna otra persona se vea envuelta en una situación parecida, aunque dudo mucho que el PP no lo vuelva a intentar cuando se vea otra vez bajo la presión popular.

Pd: mira por donde, unos días después ha llegado el informe de Transparencia Internacional, que es demoledor con las prácticas opacas de Rita Barberá. Por eso persiguen a los ciudadanos que ponemos al descubierto la formas de ocultación de la actividad de gobierno del PP.

Saludos y muchas gracias por los elogios, espero mantener el nivel! :-)
Un abrazo