8 de enero de 2009

CARLOS OSORO

Al Arzobispo Carlos Osoro, hasta la fecha responsable de la diócesis de Oviedo, "se le atribuye carácter autoritario, talante conservador y trato amable". Tranquiliza esta presunta amabilidad del prelado llamado a sustituir al Cardenal García Gasco a la cabeza de la Iglesia Valenciana. No esperábamos menos en un hombre de fe: que sea bondadosos, amable, practicante del perdón y la caridad cristiana. Esto nos enseñaron de pequeños, nos aleccionaron de esta forma sobre las virtudes de infinita paciencia amor y bondad de los que han abrazado Dios.¿O no?

Lo que le pedimos al Obispo Osoro es que haga olvidar los años oscuros del mandato de García Gasco, verdadero brazo armado de las políticas reaccionaria del PP. Sus ex-abruptos, su negación sistemática del estado laico, su papel activo de Inquisidor en versión moderna (no a caso es responsable de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Curia española), su ansia por extender los tentáculos del poder, actividad muy terrenal..., de la Iglesia y del Opus Dei por tierras valencianas.

La tarea no es fácil, ni siquiera estamos seguro de que quiera llevar a cabo esa titánica obra. Somos más bien escéptico, más que nada por que el nombramiento es obra directa de Papa Ratzinger, cuyos postulados doctrinarios no deben diferir mucho de los del denostado Cardenal García Gasco. Los méritos presuntamente acumulados por este, son a los ojos del Papa de tal magnitud que ha seguido manteniéndolo en el cargo, a pesar de haber superado la edad de jubilación.

Eso no hace si no confirmar nuestro escepticismo sobre el papel continuista que jugará el nuevo Arzobispo de Valencia Carlos Osoro. El tiempo y los hechos dirán!

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